El cosmos nunca deja de sorprendernos. El Telescopio Espacial James Webb (JWST) ha capturado una imagen deslumbrante de un sistema estelar triple ubicado en el cúmulo Pismis 24, en el corazón de la nebulosa NGC 6357 —también conocida como la Nebulosa Langosta—. Esta región se encuentra a aproximadamente 5 500 años luz de la Tierra y actúa como una vasta guardería estelar donde nacen estrellas masivas desde nubes densas de hidrógeno molecular.
Una ventana infrarroja a los gigantes cósmicos
La imagen captada por el instrumento NIRCam (Near Infrared Camera) del JWST revela apenas una sección del borde interior de una cavidad excavada por radiación ultravioleta emitida por estrellas jóvenes y calientes. En su centro brillante se alzan picos de gas molecular que parecen montañas cósmicas. El más prominente mide 5,4 años luz de altura y su punta, de 0,14 años luz, podría contener cómodamente 200 veces el sistema solar hasta Neptuno.
Anatomía del sistema triple y su entorno
En el núcleo de este espectáculo astronómico se encuentra Pismis 24-1, un sistema estelar triple compuesto por:
- Una estrella visible demasiado masiva para haber sido considerada individualmente —anteriormente estimada en 300 masas solares—.
- Un par de estrellas binarias espectroscópicas en rotación mutua, cada una con aproximadamente 36 masas solares.
Estas estrellas ya no solo iluminan la nebulosa: su radiación ultravioleta está erosionando el gas cercano, modelando el entorno y esculpiendo estructuras densas en forma de picos cósmicos. Dentro de estas formaciones se detectan indicios de colapso gravitacional, el preludio de futuros nacimientos estelares.

¿Por qué es tan relevante este hallazgo?
1. Estudios en la infancia estelar extrema
Observar estrellas tan masivas en pleno nacimiento ofrece una visión sin precedentes sobre cómo se forman los colosos estelares, fundamentales para entender la química y evolución de las galaxias.
2. Validación de modelos de estructuras en nebulosas
Los picos de gas que se elevan desde las cavidades delineadas por radiación ultravioleta demuestran el poder dinámico de las estrellas jóvenes. Su estudio ayudará a refinar nuestras nociones sobre retroalimentación estelar y procesos de formación en entornos turbulentos.
3. Avances tecnológicos del telescopio
Este descubrimiento pone de manifiesto el potencial del JWST y su NIRCam. Su capacidad para penetrar nubes opacas y capturar detalles infrarrojos hace posible acceder al corazón mismo de las “guarderías estelares” más densas.
Conexión cósmica y futuro de la exploración astronómica
Este sistema triple sirve como un espejo de realidades más extranjeras: la formación de estrellas masivas en ambientes extremos y sus efectos en la estructura del medio interestelar. A medida que Webb sigue enfocando nebulosas activas, crecen las posibilidades de entender mejor cómo se formaron esas galaxias iniciales que poblaron nuestro universo temprano.
Además, las imágenes como esta sirven como puente entre expertos y público, ilustrando el delicado equilibrio entre luz, gravedad y gas en el ballet cósmico. El JWST no solo capta imágenes: destaca procesos físicos con una claridad sin igual.
Conclusión
La nueva imagen del sistema estelar triple en Pismis 24, captada por el Telescopio Espacial James Webb, no es sólo un despliegue visual. Es una ventana hacia los procesos más extremos de la formación estelar masiva. Gracias a los instrumentos infrarrojos como NIRCam, podemos desentrañar cómo las estrellas nacen rodeadas de gas, esculpiendo su entorno, irradiando poder y condicionando el nacimiento de nuevas generaciones estelares.
Este hallazgo reafirma el valor de la astronomía de precisión y del JWST como herramienta de frontera. Es, sin duda, una de las visiones más inspiradoras de lo que ocurre cuando la humanidad levanta la mirada y observa con detalle el universo que la rodea.