En el cielo nocturno de invierno, una estrella roja brilla intensamente en el hombro de la constelación de Orión: Betelgeuse, una supergigante roja que ha capturado la atención de astrónomos y aficionados por igual. Su tamaño, su color y sus inusuales cambios de brillo la han colocado bajo el foco de una pregunta fascinante: ¿está a punto de explotar como supernova?
Una estrella en sus últimos suspiros
Betelgeuse se encuentra en la fase final de su vida estelar. Con una masa estimada entre 10 y 20 veces la del Sol, ha agotado el hidrógeno en su núcleo y ahora fusiona elementos más pesados. Este es el preludio del colapso que, eventualmente, culminará en una explosión de supernova tipo II, uno de los eventos más energéticos del universo.
Pero, aunque astronómicamente está “cerca” de morir, esto no significa que sucederá pronto en términos humanos. Las estimaciones científicas sugieren que podría ocurrir mañana, dentro de mil años o incluso más tarde. El reciente oscurecimiento observado en 2019 —conocido como el “Gran Atenuamiento”— disparó rumores de una inminente explosión, pero estudios posteriores lo atribuyeron a una nube de polvo expulsada por la estrella.
¿Qué pasará cuando explote?
Cuando Betelgeuse se convierta en supernova, su brillo podría superar al de la Luna llena y ser visible incluso de día durante semanas. Afortunadamente, no representa una amenaza para la Tierra, ya que se encuentra a unos 642 años luz de distancia.